Su pais de origen tampoco lo ha olvidado, y el billete bancario de cien dólares neozelandés lleva su imagen.

 

Estuvo también involucrado en muchas organizaciones civiles llegando a ser vicepresidente de la Sociedad de Manchester para el Sufragio de la Mujeres. Esto le venía de joven pues su casera (y futura suegra) cuando estudiaba en la universidad en su pais, fue una de las grandes combatientes por el derecho al voto de las mujeres.

Aunque estuvo entre los candidatos para recibir el Premio Nobel de Física durante muchos años, hasta su muerte en 1937, nunca le fue concedido. Este es sin duda uno de los muchos “olvidos” que la Academia Nobel ha cometido a lo largo de los años.

Sí tuvo suerte al no conocer la más terrible consecuencia del descubrimiento del núcleo atómico: la construcción de bombas nucleares y su uso en Japón en 1945.

 

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